jueves, 2 de septiembre de 2010

El amorfo multiforme: una mirada antropológica. Conferencia y debate abierto

Uruguay piensa y debate, ciclo 2010

Organizado por:

Proyecto Arjé / Red Filosófica del Uruguay / Ateneo de Montevideo/ Centro Académico de Estudios Estratégicos

con el apoyo de La Máquina de Pensar (Radio Uruguay, 1050 AM)

El amorfo multiforme: una mirada antropológica

Conferencia a cargo de Fernando Gutiérrez

Filósofo, Fundador de la Red Filosófica del Uruguay, Profesor de Filosofía (IPA), Profesor de Matemática (IPA)

No te di, Adán, ni un puesto determinado ni un aspecto propio ni función alguna que te fuera peculiar, con el fin de que aquel puesto, aquel aspecto, aquella función por los que te decidieras, los obtengas y conserves según tu deseo y designio” Pico Della Mirandola, Oratio de hominis dignitate.

El ser humano ha sido pensado como semejante a la divinidad o, contradiciendo esta versión, como un animal más sobre el planeta Tierra. Pero esta afirmación de Della Mirandola es la clave de una manera de pensar al ser humano que podemos sintetizar en la denominación “amorfo-multiforme” y que pone en cuestión tanto la propia versión religiosa de la que parte Della Mirandola como la versión desmitificadora de una naturaleza humana simplemente biológica. Al sostener que el ser humano es paradojalmente amorfo y multiforme no solo retomamos esta afirmación en su fundamental innovación sino que traemos a la luz del estudio antropológico una consideración de intensa connotación dialéctica basada en la vieja idea aristotélica de forma. Esta redefinición de lo humano es necesaria si es que queremos dejar atrás aquellas definiciones cargadas de emotividad, moralismo o antimoralismo que nos impiden un intento verdaderamente objetivo de comprendernos. Y debemos recordar que mucho de lo que hacemos y pensamos depende de cómo nos definimos.”

Lugar: Ateneo de Montevideo (Plaza Cagancha 1157, esquina Rondeau)
Fecha y hora: miércoles 8 de setiembre, 19 horas
Entrada libre

Y les invitamos a debatir el tema, en lo previo y a posterior de la conferencia, a través de este espacio

7 comentarios:

florencia martinelli dijo...

Hemos creado hace poco una obra escénica " Amorfo "y también otros formatos como cd, dvd y exposición de fotos dentro de lo que denominamos Proyecto Amorfo, justamente , me interesaría mucho ir a la conferencia pero me es imposible en ese horario por otros compromisos.
La escucharé o leeré entonces por aquí.
Saludos !

Rodrigo Soler dijo...

Opinar en lo previo puede llegar al punto del absurdo, sin embargo, prefiero que se tome en cuenta esta acotación a fin de ser tratada con sus debidas consecuencias en la conferencia.
Mi punto viene en contra pedal al siguiente fragmento extraído del texto llamado "El amorfo multiforme: una mirada antropológica":
"Esta redefinición de lo humano es necesaria si es que queremos dejar atrás aquellas definiciones cargadas de emotividad, moralismo o antimoralismo que nos impiden un intento verdaderamente objetivo de comprendernos"

Desde mi punto de vista, para comprender al hombre deberíamos partir de un inicio. Dejando de lado creencias milagrosas, tomo la teoría Darwinista de la evolución. En ella, se constata (entre otros aspectos físicos y biológicos) un desarrollo de la psiquis humana, un desarrollo fundamental de la racionalidad, motivo por el cual nos diferenciamos del resto de los seres vivientes del planeta.
El uso de la razón destaca un paso adelante, incluyendo entre sus huellas los grandes conceptos de ética y moralidad. Dejar por fuera algo tan racional como la moral y la ética sería un grave error si se busca comprender desde un punto fidedigno a nuestra especie.

Saludo cordial

Anónimo dijo...

Les comparto el comentario que sobre el tema me hizo llegar Jorge González Durán. Dice:

Leí un artículo sobre este tema motivo de una futura disertación y te tiro estos pensamientos a ver que te parecen: ¿Ficción literaria o figura filosófica? Amorfo multiforme o transformador universal?
Podríamos decir que el Marx joven pudo proponer también un “binomio valija” para definir al ser humano en sus tempraneros escritos de combate contra la alienación y no precisamente como un “perverso polimorfo” ni un “amorfo multiforme” y que podríamos enunciar como “transformador universal o “universal transformador” cuya existencia es natural pero cuya esencia específica es social. Marx se preocupa por ver en lo que se ha convertido el humano: su esencia misma se ha transformado en su enajenación, es decir se ha enajenado en su trabajo y lo ha reducido a medio de existencia y no lo visualiza como esencia (como fin).
Su fin entonces es su esencia que es la transformación, “el trabajo que lo trabaja”, es la esencia de un ser consciente y activo; sus proyecciones y sus identificaciones, sus mecanismos defensivos lo enajenan.
Lo valioso del hombre no es que antropomorfice sino que desantropomorfice. Al hombre no lo define Marx como enajenado, lo describe, ese es su estar no su ser. Su definición incluye su valoración, si lo definimos como enajenado los subvaloramos, y nunca podemos escapar del juicio axiológico en una definición del humano. Su esencia (la del hombre) se ha adulterado en su existencia, se ha enajenado en ese proceso y Lefebvre agrega que la peor enajenación es la técnica, eso lo convierte en un tecnoexistente. Lo que es, se determina a nivel de esencia y no de existencia, a nivel de esencia nunca puede ser un amorfo multiforme tecnoviviente, que sería la mejor definición de un zombie.
Desde la filosofia hablamos desde Aristóteles que busca no dar una definición de la filosofia y del hombre que lo tome en su infancia enajenada, lo define como filosofo: “por naturaleza (estado de madurez) el hombre ama el saber” (primera proposición de la Metafísica) y ese hombre- filosofo ha llegado a la mayoría de edad (Kant). Contra las fuerzas de neotenización que nos dicen que no hay que llegar a la adultez. Es decir contra las fuerzas del amorfismo pluriforme. ¿Desde donde se lanza el discurso antropológico filosófico para que no quede en mera fenomenología y sea metacientífico?, Creo que su lugar de enunciación es desde la coordinación de los resultados científicos, desde la escucha de la zoología especializada, de la psicología experimental, de la antropologíoa física especializada , desde la prehistoria apoyada en las ciencias naturales, desde la teoría de la evolución, desde alguna teoría de la evolución social, desde la propia antropología filosófica y desde la observación amplia y razonada. Salir desde otro lado mas ingenuo y plantear una fenomenología puede caer en el cinismo, y el cinismo es un humanicidio, en el caso del cinismo histórico (ver Daraki et al. Para evaluar el patrimonio que el cinismmo le deja al temprano estoicismo) llevar la autosuficiencia al límite y la identificación con la naturaleza, (recolección en lugar de lo tecnofabril) hace que nieguen nuestras 2 grandes regulaciones: la de la naturaleza interna por la vía de la prohibición del inscesto y la externa por la vía del trabajo. De paso el hombre natgural que buscabaa Diogenes fue encontrado por Itard (1800) y Singh (1920) y era un vulgar bicho. Pienso que Pico que recurre en su relato a las mas diversas fuentes y pasea por todas las culturas, tendría hoy para entretenerse con los resultados de los avances cientificos .Acuerdo con Aristóteles en “De las partes de los animales” que decía que no podemos se especialistas en todo pero podemos juzgar los resultados científicos, captar el giro de la demostración, ver sus incoherencias con nuestro aparato lógico, decía que el filósofo es un ser culto, munido de una cultura general y una especial en la medida en que se familiariza con los resultados de cada una de las ciencias. (CONTINÚA)

Anónimo dijo...

(CONTINUACIÓN) Es cierto que somos Amorfos pero conscientes, el perro, el gato, el cerdo, las gallinas, las vacas, las papas, el trigo, el máiz, son amorfos, no nacieron espontáneamente de un ambiente natural, pero son inconscientes, su amorfidad fue creada por nosotros. La evolución biosocial derrotando a la meramente biológica nos produjeron, pero nosotros producimos voluntariamente la amorfidad de animales, vegetales y minerales. El animal y el vegetal doméstico sufrío con relativa resistencia su transformación pero el papel de la evolución biosocial fue jugado por nuestra voluntad y albedrío, entonces diríamos que el hombre (aparte de ser conciente y activo) no es un amorfo sino un transformador, en la medida en que es productor de seres amorfos. Por ende amorfos hay muchos conscienes uno solo diríamos que somos concientes, racionales, animales políticos, y así llegamos a Aristóteles y dejamos a los cínicos, que en cierta forma intuían esa amorfidad y buscaron su esencia en la naturaleza, por lo tanto terminaron en su autodestrucción porque somos seres esencialmente sociales. Si el humano se cruzase de brazos algunas décadas vería transformarse su mundo alrededor todo lo humanizado iría desapareciendo poco a poco, los baobabs como dice El Principito irían estrangulando su planeta. La naturaleza abandonada a sus leyes haría desaparecer todo lo humanizado. Es cierto además que podemos calcular la distancia anatómica que hay entre un jabalí un cerdo como la que hay entre un mono y un humano) El hombre puede parecer un monstruo en tanto producto de la neotenia, un mono desnudo, un mono infantilizado como decía Morris, pero con ese criterio todos los vertebrados serían monstruos porque hubo neotenia de los tunicados, nacieron de sus larvas. Es mucho más facil explicar la neotenia del humano que la de todos los vertebrados. El descubrimiento del fuego, el uso de pieles hicieron innecesario nuestro pelaje por eso somos monos pelados. Y no somos un fracaso sino un triunfo: la naturaleza quiso nuestra muerte Sade), nuestra extinción, nuestro no nacimiento como especie y perdió, somos hijos de una derrota de la evolución natural. Inteligente era el efesio que decía “Me busco a mi mismo y encuentro una chispa del logos”, la suponemos incandescente porque dice que es infinita, en lenguaje de Tales diríamos que así como el alma es el agua más pura porque refleja las demás cosas mi chispa me revela el logos porque es su cúspide, es el logos que se autoconoce a través de mi alma. In nuce en Heráclito hay una antropología del hombre como un ser antropocósmico, que se encuentra como individuo, ciudadano, género y parte del universo, y que debe buscar su armonía.
Lo que dice alguien en su antropología filosófica de que el ser humano precisa inclusive para tener una postura bípeda socialización, se demostró históricamente con el caso de los niños ferales es cierto que nos somos ni buenos ni malos por naturaleza, (marchan Rousseau y Hobbes) pero lo que nos convoca a levantar el valor de la dignidad como Vico, de la solidaridad y fraternidad es el conocer su origen que nos da su identidad, (esencia). Cuando el humano construye una herramienta (que siempre es arma) sustituye a la fuerza física individual (p.e. de los machos alfa) predominante en los animales, y allí nace el colectivismo, la igualdad de la distribución, la solidaridad que sustituye al individualismo de los primates. continúa)

Anónimo dijo...

(CONTINUACIÓN) En tal sentido estamos más cerca de Rousseau, y paradójicamente Hayek sostiene igual idea (el ser humano por naturaleza es colectivista y le neoliberalismo debe mutar esa naturaleza). La solidaridad es un valor genético y es un concepto moral. Lo mismo pasa con la libertad que empieza con lo físico, al entrar en sociedad dejo la postura cuadrúpeda se logra la libertad del torso, de los brazos de las manos, de la cabeza girando sobre el tronco y de un tercer bloque cerebral (Luria). Y la libertad de pensameionto tambien la encontramos en las primeras proposiciones de la Metafísica (Metafisiquita) que querrían decir que si disfruto de la libertad a nivel de las percepciones (ver por ver, escuchar por escuchar, etc) afortiori disfrutarés de la libertad de mi pensamiento (filosofía). El ser humano no puede definirse como fracasado porque el fracaso es la insatisfacción de una necesidad, y preguntamos que para que precisa el humano (producto biosocial) preadaptaciones biológicas si el produce su propia vida, sus propias necesidades, ¿para que precisa preadaptaciones para una vida natural sino la va a llevar?.
Somos resultado, no de un fracaso sino de un triunfo del animal sobre el animal, su superación, somos triunfo de lo social frente a lo natural, somos triunfo del animal frente a su naturaleza circundante. Somos un triunfo frente a la especialización que ha llevado a tantas especies a su extinción. (y por algo los filósofos somos generalistas). Pero es cierto que la inespecializacion también te lleva a la extinción sino desarrollas tu esencia en sociedad. Ese sería el caso de los mastines azules (cínicos) que se enajenaban en la naturaleza y el actual de los cuzcos grises (tecnócratas) que buscan enajenarnos en la naturaleza mecánica.Tenemos el instinto animal indelegable el de la supervivencia,: ¿por que se acerca el salvaje del Aveyron a los humanos? porque se muere de hambre, es decir por supervivencia¿por que se acercan Kamala y Amala a los lobos? por lo mismo. Por eso el humano es el único que no puede aprender su esencia, sustituyendo al otro educador (Vigotsky) por un animal o una máquina. Y por eso aprender a aprender es una divisa suicida y el aprender a ser,(conócete a ti mismo) nuestra identidad, es el objetivo correcto.
Por otro lado me parece que no hay una dialéctica de los objetos entre sí que nos quite protagonismo, el hombre al hachar un arbol gasta naturaleza (madera y piedra) contra naturaleza, (madera) ese proceso de creación de objetos lo transforma a el anatómicamente- si hablamos a nivel filogenetico-, a kamala la hipertrofia de sus maxilares pro desgarrar carne cruda a lo lobo le empequeñeció la calota craneana. Esto quiere decir que tienen razón aunque no citen el caso los antropólogos que afirman que el hecho de la invención de utensillos y el fuego determinó el achicamiento de los maxilares y un traslado óseo a la calota para que se desarrollase el cerebro, por eso somos tan cabezones y las caderas de la mujer variaron en relación a los de la mona. Variaron porque es mas importante el desarrollo cerebral que la marcha bípeda para un ser inteligente, colectivo y armado. Obviamente que también a nivel mental los objetos nos afectan -si hablamos a nivel de ontogenia-, sobre todo si el sujeto no controla el automovimiento del objeto, (tema del aprendiz de brujo), problema que hoy nos acucia con la informática, es que el ser humano se pude admirar de sus propios productos (cosa lamentable según Aristóteles cuando siempre la admiración se debe transformar en interrogación: “ya nos admiramos de que la circunferencia sea inconmensurable con su diámetro ahora nos vamos a admirar si alguien demuestra lo contrario) y se enajena con los fetiches de la maquina o del dinero como se enajenó en su època con los dioses. (continúa)

Anónimo dijo...

(CONTINUACIÓN) Somos esencialmente sociales. somos constructores de herramientas, quiere decir que somos en primer término constructores, creadores, transformadores, creadores de técnicas, pero no solo eso creamos, sino que creamos nuestra propia vida. Si fuésemos tecnovida seríamos víctimas de la peor enajenación, la técnica, y ese ser ni por milagro se angeliza. Un hombre enajenado es el que enajeno su identidad porque la tenía, si su identidad cree encontrarla en los resultados de su acción técnica y no en su propia fuente que es él mismo, estamos fritos, tienen razón los forenses del sujeto. Pero como decía el efesio el mono mas lindo es feo frente al mas feo de los hombres, y el ordenador más potente es un montón de fierros frente a la mente humana.
Es cierto que no somos mera vida, somos vida socializada, si fuesemos tecnovida entonces la humanidad y la filosofía sobran, porque como nos da a entender Aristóteles -siempre en su primera proposición de la Metafísica- nuestra mirada es libre. la del animal es utilitaria, por eso nos define la libertad (otro termino axiológico) y no la utilidad que busca el animal mandatado por sus instintos, y la tecnica es de la misma calaña bestial porque busca la utilidad como la buscan los animales que no son libres, entonces la tecnica por su fin se asimila al animal, mientras tanto como dice Bunge la ciencia y la filosofía buscan verdades y la tecnología (como la ideología) utilidades.

Es un misticismo lo de la elevación angelica del ser tecnoviviente, de ese zombie que nos pinta nuestro amigo, el tema es desde la antigüedad, el autoconocimiento que nos lleva al autodominio y la simpatheia, por ende hay que criticar las enajenaciones, hoy especialmente la técnica. No podemos definir al humano sin moral , al hablar de tecnovida lo hacemos desde un a un cierto utilitarismo ético unido a un vitalismo. La sociedad es la que me da libertad física y de pensamiento, el hombre debe encontrarse a si mismo y encontrar al logos (a la ley de universo), su ligazón en interdependencia con el todo, por eso el humanismo tiene una utopia cultural que hhunde sus ráices en el renacimiento en que todos los saberes, especialmente los técnicos se unirán en una sola ciencia humana. Hablar de tecnovida que es una palabra valija que une lo tecnico con lo biologico, la tecnocracia con el vitalismo, es opuesto a hablar de lo social,(de la interaccion humana) , de lo consciente, de lo práxico.
En relación a que el hombre no debería perseguir un modelo de belleza cito a Marx: “Es cierto que también el animal produce. Pero produce únicamente lo que necesita inmediatamente para sí o para su prole.El hombre crea también según las leyes de la belleza”. Pregunto: si él no persigue tal modelo ¿a quién se lo dejamos?.
Otra cosa sobre las imágenes de sí que el hombre persigue: la imaginación humana específica nace de la “imagen presuntiva de fin”.me imagino la casa antes de hacerla, y eso según Marx (al estilo efesio) no lo puede hacer la abeja más inteligente pero sí el arquitecto más chambón. Es decir la imaginación humana nace de su naturaleza que no es la de un amorfo polimorfo (ficción literaria) sino de un transformador universal (figura racional).

Anónimo dijo...

Felicitaciones, muy interesante el articulo, espero que sigas actualizandolo!