lunes, 1 de noviembre de 2010

Democracia & Reforma del Estado

Debate Abierto

Democracia & Reforma del Estado

Organizado por

Proyecto Arjé & Ateneo de Montevideo

Panelistas

Hebert Gatto (“Democracia y liberalismo”)
Pablo Mieres (“Democracia y reforma del Estado”)
Pedro Narbondo (“Reforma del Estado en los gobiernos del FA”)

Lugar: Ateneo de Montevideo (Plaza Cagancha 1157, esquina Rondeau)
Fecha y hora: miércoles 17 de noviembre, 19:30 horas
Entrada libre

La actividad comenzará con una presentación de Hebert Gatto (Abogado, especialista en filosofía política, ex-docente universitario, ensayista y periodista, autor de Reforma Política y de El cielo por asalto, entre otras obras) sobre Democracia y liberalismo, para poner en primera instancia a debate el concepto de democracia y su vínculo con el liberalismo político. Una vez puesta en escena a la democracia, Pablo Mieres (abogado, sociólogo, docente universitario, Director de la Licenciatura en Ciencias Sociales de la Universidad Católica del Uruguay, ensayista, ex-diputado y líder del Partido Independiente, por el cual fue candidato a Presidente de la República) se centrará en analizar las relaciones entre Democracia y Reforma del Estado, reflexionando sobre la necesidad, viabilidad o posibilidad de reformar el estado en el marco de nuestras actuales democracias latinoamericanas y el vínculo de esas posibles reformas con la efectiva gobernabilidad. Por último, Pedro Narbondo (Sociólogo, Doctor en Ciencia Política, docente universitario, Director del ICP/FCS-UDELAR y ensayista, co-autor de La reforma de la Administración Central en el Uruguay y el paradigma de la nueva gerencia pública (1995-1999) y co- autor compilador de Uruguay: la Reforma del estado y las políticas públicas en al democracia restaurada (1985-2000), entre otros) se centrará en analizar el tema de la Reforma del Estado en los gobiernos del FA, abordando así en concreto la experiencia de la izquierda uruguaya en el gobierno en cuanto al tema.

Cada intervención será de 30’ como máximo, por lo cual el panel se desarrollará entre las 19:30 y 21 horas, dejando luego 30’ de espacio abierto para el debate con el público, a partir de preguntas dirigidas a los contenidos de las exposiciones de los panelistas.

Les invitamos desde ya a debatir sobre la temática propuesta, a través de este espacio

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno, el tema me toca muy de cerca. Creo que los trabajadores del Estado perdimos de vista que trabajamos para el país. Exigimos mejora salarial, pero por otro lado nos sentimos intocables y muchos actúan de forma que saben que no corren riesgo. Los mandos medios por aquello del falso compañerismo,no exigen cumplimiento y calidad de trabajo. No es sólo con el antiguo funcionario. Los muchachos jóvenes que recién entran a los pocos meses se contagian de las antiguas conductas. Y la historia se repite. En algunas áreas por ejemplo la Salud Pública, es vergonzoso los sueldos que piden algunos profesionales. Se les borró de la mente que estudiaron en un país pobre, que se hizo el esfuerzo País para darles en su momento una carrera y ahora quieren ganar igual que los profesionales de otros países en los que el costo de sus salarios va en proporción directa a las invasiones, explotaciones humanas, etc. etc. Toman de rehen a personas enfermas y carentes de recursos para mantener sus status. Y lo más campantes se sienten superiores. ?Pregunto ¿cómo se les hace tomar conciencia de que en realidad son unos faltos de moral? Estan usando a otro ser humano que necesita de ellos para poder mantener un sistema de vida que está bastante alejado de las necesidades básicas, por las que es entendible que por ejemplo, los pueblos indígenas en las diferentes partes del mundo se peleen entre ellos por la situación de hambruna que viven. -Bueno creo que ellos son más honorables, pues reparten con sus iguales las miserias que los estados ricos les tiran despues de haberles robado las riquezas de sus suelos, que por derecho natural les corresponde. Encima toda esta gente usa la caduca estructura gremial para reivindicar sus exigencias. Extorcionan al Estado. No recuerdan que quien elige ser funcionario del Estado es precisamente independiente de quien esté en el poder cada cinco años. Hacen el boicot al actual Estado por que no se sienten integrantes, pero no dejan el puesto libre. Para ellos es más decente flotar hasta ver que pasa dentro de cinco años, para que si gana algún conocido.....y volvemos a repetir la historia. Puede ser que esté un tanto iracunda, pero no hay estado que pueda con esas cabezas que emergen como el apoteosico jefe tribal ario Indra (de ser desvastador y asesino,poco a poco es convertido en dios) pues van cambiando los intereses. Democracia, claro que si, pero estamos muy confundidos. La suma de nuestras individualidades nos convierte en masa. Lamentablemente a la masa la maneja mejor (lo que no quiere decir que bien) la TV que el poder político.

Anónimo dijo...

Bueno, el tema me toca muy de cerca. Creo que los trabajadores del Estado perdimos de vista que trabajamos para el país. Exigimos mejora salarial, pero por otro lado nos sentimos intocables y muchos actúan de forma que saben que no corren riesgo. Los mandos medios por aquello del falso compañerismo,no exigen cumplimiento y calidad de trabajo. No es sólo con el antiguo funcionario. Los muchachos jóvenes que recién entran a los pocos meses se contagian de las antiguas conductas. Y la historia se repite. En algunas áreas por ejemplo la Salud Pública, es vergonzoso los sueldos que piden algunos profesionales. Se les borró de la mente que estudiaron en un país pobre, que se hizo el esfuerzo País para darles en su momento una carrera y ahora quieren ganar igual que los profesionales de otros países en los que el costo de sus salarios va en proporción directa a las invasiones, explotaciones humanas, etc. etc. Toman de rehen a personas enfermas y carentes de recursos para mantener sus status. Y lo más campantes se sienten superiores. ?Pregunto ¿cómo se les hace tomar conciencia de que en realidad son unos faltos de moral? Estan usando a otro ser humano que necesita de ellos para poder mantener un sistema de vida que está bastante alejado de las necesidades básicas, por las que es entendible que por ejemplo, los pueblos indígenas en las diferentes partes del mundo se peleen entre ellos por la situación de hambruna que viven. -Bueno creo que ellos son más honorables, pues reparten con sus iguales las miserias que los estados ricos les tiran despues de haberles robado las riquezas de sus suelos, que por derecho natural les corresponde. Encima toda esta gente usa la caduca estructura gremial para reivindicar sus exigencias. Extorcionan al Estado. No recuerdan que quien elige ser funcionario del Estado es precisamente independiente de quien esté en el poder cada cinco años. Hacen el boicot al actual Estado por que no se sienten integrantes, pero no dejan el puesto libre. Para ellos es más decente flotar hasta ver que pasa dentro de cinco años, para que si gana algún conocido.....y volvemos a repetir la historia. Puede ser que esté un tanto iracunda, pero no hay estado que pueda con esas cabezas que emergen como el apoteosico jefe tribal ario Indra (de ser desvastador y asesino,poco a poco es convertido en dios) pues van cambiando los intereses. Democracia, claro que si, pero estamos muy confundidos. La suma de nuestras individualidades nos convierte en masa. Lamentablemente a la masa la maneja mejor (lo que no quiere decir que bien) la TV que el poder político.

Anónimo dijo...

Bueno, el tema me toca muy de cerca. Creo que los trabajadores del Estado perdimos de vista que trabajamos para el país. Exigimos mejora salarial, pero por otro lado nos sentimos intocables y muchos actúan de forma que saben que no corren riesgo. Los mandos medios por aquello del falso compañerismo,no exigen cumplimiento y calidad de trabajo. No es sólo con el antiguo funcionario. Los muchachos jóvenes que recién entran a los pocos meses se contagian de las antiguas conductas. Y la historia se repite. En algunas áreas por ejemplo la Salud Pública, es vergonzoso los sueldos que piden algunos profesionales. Se les borró de la mente que estudiaron en un país pobre, que se hizo el esfuerzo País para darles en su momento una carrera y ahora quieren ganar igual que los profesionales de otros países en los que el costo de sus salarios va en proporción directa a las invasiones, explotaciones humanas, etc. etc. Toman de rehen a personas enfermas y carentes de recursos para mantener sus status. Y lo más campantes se sienten superiores. ?Pregunto ¿cómo se les hace tomar conciencia de que en realidad son unos faltos de moral? Estan usando a otro ser humano que necesita de ellos para poder mantener un sistema de vida que está bastante alejado de las necesidades básicas, por las que es entendible que por ejemplo, los pueblos indígenas en las diferentes partes del mundo se peleen entre ellos por la situación de hambruna que viven. -Bueno creo que ellos son más honorables, pues reparten con sus iguales las miserias que los estados ricos les tiran despues de haberles robado las riquezas de sus suelos, que por derecho natural les corresponde. Encima toda esta gente usa la caduca estructura gremial para reivindicar sus exigencias. Extorcionan al Estado. No recuerdan que quien elige ser funcionario del Estado es precisamente independiente de quien esté en el poder cada cinco años. Hacen el boicot al actual Estado por que no se sienten integrantes, pero no dejan el puesto libre. Para ellos es más decente flotar hasta ver que pasa dentro de cinco años, para que si gana algún conocido.....y volvemos a repetir la historia. Puede ser que esté un tanto iracunda, pero no hay estado que pueda con esas cabezas que emergen como el apoteosico jefe tribal ario Indra (de ser desvastador y asesino,poco a poco es convertido en dios) pues van cambiando los intereses. Democracia, claro que si, pero estamos muy confundidos. La suma de nuestras individualidades nos convierte en masa. Lamentablemente a la masa la maneja mejor (lo que no quiere decir que bien) la TV que el poder político.

Anónimo dijo...

Qué entendemos por "Reforma del Estado" es lo primero que yo quisiera que me definieran para empezar a debatir.
Reformar qué y que luego que me explicaran, sin fantasías ni vaguedades, cómo y en cuánto tiempo estimarían el concretarlo. Esto solamente para empezar.

Anónimo dijo...

¿Más o menos Estado?

JORGE AZAR GOMEZ

Jean François Revel, en su libro "Le Rejet de l'Etat" (El rechazo del Estado), reúne un conjunto de ensayos referidos en su gran parte al Estado, en su conocida línea de pensamiento antisocialista y pro liberal.
Puedo no compartir ciertas ideas, pero se prestan a la discusión fructífera.
La sola lectura del prefacio permite al lector llegar a precisas conclusiones:
"1) Hay que colocar al Estado en el sitio que le corresponde. No es posible que el Estado, como Dios, esté por todas partes, se ocupe de lo más grande y de lo más insignificante, se entrometa y decida sobre cualquier cosa, hasta con el propósito deliberado o inconsciente de hacer olvidar que en una democracia moderna debe haber múltiples centros intermedios de decisión, como el ciudadano, la familia, las asociaciones de vecinos, las empresas, los sindicatos, los gremios profesionales y los grupos de opinión; aparte de los partidos políticos, por supuesto.
Por eso debemos proponer alternativas válidas, originales y poco costosas para privatizar y/o desmonopolizar aunque sea parte de lo que el Estado ha intervenido en el curso de los años. Desnacionalizar lo que ha tomado de más, para atender a tiempo completo lo que descuida en el menos.
2) Además, hay que separar el Estado político del Estado administrativo.
Es indispensable clarificar, de una vez por todas, la imprecisa frontera donde un nuevo ministro selecciona un grupo de funcionarios, distinguiendo entre el equipo político que el ejercicio democrático del voto autoriza a dirigir la administración y el equipo administrativo en sitio que debe obedecer al poder político, pero manteniendo su estabilidad, ascensos, prestaciones y jubilaciones, de conformidad con las normas establecidas.
3) Hay que lograr que el Estado sea igual para todos. Es un desiderátum de la democracia. El Estado ha ido transformando las necesarias reglas de juego en forma arbitraria, quedando el capricho del funcionario el permiso, la averiguación, la multa, etcétera. La discrecionalidad administrativa se presta a los mayores abusos, salvo que cada decisión esté convenientemente fundamentada y el administrado disponga de los recursos de alzada.
El funcionario no puede hacer la ley, debe limitarse a hacerle respetar. Estamos sosteniendo que si bien la sociedad contemporánea no podría existir sin la estructura del Estado, deben corregirse desviaciones en beneficio de los fines esenciales del Estado."
En Uruguay no se modifica nada cambiando algunos funcionarios, cuando lo que hay que modificar a fondo es el Estado, que debe orientar su capacidad de acción hacia la educación, la vivienda, la salud, la seguridad, los servicios básicos, etcétera, dejando a un lado sus deficitarias intervenciones en áreas que son ajenas a sus fines. (continúa)

Anónimo dijo...

(continuación) En este análisis no pretendo comparar la nación francesa con la uruguaya, pero una parte significativa de las reflexiones de Revel se podría aplicar a nuestro país sin mayor esfuerzo.
La opinión pública critica y rechaza al Estado que quisiera desconocer los centros intermedios de decisión y sustituir a la sociedad civil.
El uruguayo medio quiere, por encima de las ideologías, de los enfrentamientos entre líderes (a veces incluso de un mismo partido político), de la circunstancia orteguiana y de la banalidad, disponer de un buen empleo y disfrutar de las comodidades de la época. Digámoslo con franqueza, es una aspiración razonable.
Para Revel la meta no es rechazar el Estado sino el estatismo, o sea la enfermedad que hace al Estado incapaz de cumplir sus funciones por pretender asumir tareas que pertenecen a la sociedad civil y a los individuos. Por eso dice que hay demasiado Estado y demasiado poco Estado, porque éste se ha apropiado de una cantidad creciente de sectores de la vida social, no con el deseo de hacerlo marchar mejor sino de acrecentar su poder y en cambio descuida tareas estatizadas fundamentales.
Esta inclinación es una perversidad de todos los gobiernos.
Ha llegado la hora en que el Estado uruguayo deberá deslastrarse de lo superfluo, para dedicarse a tiempo completo a las áreas prioritarias que le corresponden. A su vez, los gobiernos por encima de las apetencias candidaturales, de los grupos internos, de las enemistades y de la anécdota, deberán gobernar asegurando al ciudadano la protección de las leyes y un buen manejo de la cosa pública.
Debemos liberar la inmensa energía contenida en nuestra sociedad y canalizarla hacia nuevas realidades, con ideas originales, adecuadas al rigor que la crisis general del país requiere. Debemos establecer urgentemente una correspondencia entre la demanda social y la oferta política. La alternabilidad de los partidos políticos en el gobierno ha demostrado que la gran mayoría de los uruguayos es independiente y que por lo tanto los partidos políticos necesitan estructuras de mediación para lograr un diálogo fructífero con el ciudadano. De allí la importancia de las organizaciones intermedias para el Estado, el Gobierno y los partidos. La hipertrofia del Estado es un problema contemporáneo y solucionable, por lo que la reforma del Estado es una prioridad absoluta de la democracia uruguaya.